miércoles, 23 de julio de 2014

José Cerezo, José Dúrcal o Dino un cantante de primera relegado por el poder del dinero.

   Pocos conocen la historia de este genial artista y cantante pero si muchos españoles y extranjeros le oyeron cantar en multitud de actos y bolos por España y el mundo. Realizó su actividad profesional principalmente en España desde 1961 a 1992, treinta años de profesión en las que actúo por diversas poblaciones españolas, fue conocido en Canarias, Ibiza, Mallorca, Málaga, Santander, Madrid y tantas poblaciones como casi se pueda visitar en este país.

    En sus viajes al extranjero consiguió convencer al público Argentino, tanto en Buenos Aires como en Bariloche, cantó en New York, Río de Janeiro y otros lugares del mundo como europeos Bruselas, París, Duseldorf, Genova, Pisa, Florencia, Venecia...


   Sin duda su trayectoria fue la de un profesional como así lo atestigua su carnet del FESPE, carnet profesional con el que trato de hacerse un hueco en la profesión bajo el nombre artístico de Dino. Pero ese no fue el elegido para sus comienzos, el chico de 15 años con afición a tocar las castañuelas y bailar se apuntó a las escuelas de canto y con sus primeros sueldos como pintor rotulador, llegó a pintar la iglesia de San Nicolás en Madrid, se apuntó a la escuela del maestro Solano, que fue quien se inventó el nombre artístico a principios de la década de los años sesenta mirando un mapa y no como vendió unos años después con un dedo sobre una población que no ocupa lo que un dactilar, tras desposeer del mismo por no haber triunfado aun con el y entregárselo a una niña que parecía volar como la espuma pero que no tenía ningún nombre atrayente, pero que iba a ser una jovencita mimada por el régimen franquista, Rocío Fiestas, yo diría aguafiestas, porque robar el futuro a otra persona no merece mejor calificación.

   Todo esto hace unas décadas que se dio a conocer a los medios de prensa y muchos nombres son muy conocidos y salen en las tv con muchísima frecuencia aún pero prefirieron ocultarlo siendo fieles y serviles a la mentira y a la ocultación de lo que fue el apellido artístico Dúrcal, que hoy lleva en el extranjero una persona que ha heredado toda la miseria que heredó de su antepasada al usarlo. Por mucho que intenten taparlo desde México, intentando adoptar artistas como propios cuando no lo son con apodos como "La protegida".

    Este fue usado por José desde 1961 a 1965 en que apareció en la misma academia un tipo llamado Sanz a buscar algo que sonase y pegase para el público, el hábil y ambicioso maestro no tenía nada que ofrecer pero no iba a dejar la ocasión de ganar un buen dinero fácilmente, algo que en franquismo era muy fácil quitarle el apellido dado a un pobre chico de familia humilde y con parentesco en la izquierda, que cantaba e intentaba salir con mucho esfuerzo, compartiendo calamidades como otros de su época como Raphael que comían bocadillos de calamares con dinero prestado por los amigos al salir de las academias como los maestros Gordillo, Lillo, Quiroga... e invirtiendo todo lo que ganaba en darse una formación con los mejores maestros de Madrid.

   Desde 1966 en que registra en la SGAE, una canción famosísima Toros y coplas, que luego será arrebatada con permiso del maestro para grabarla en disco y casete, nada menos que el cantante de moda Antonio Molina en perjuicio del cantante que la registro, segundo golpe de avaricia en una carrera, hasta 1975 en que con la muerte del dictador cae el velo parcialmente de la mentira y consigue relanzar la carrera.

Desde aquellos años muchas son las canciones cantadas para endulzar los oídos de mayoritariamente guiris de paso por clubs como la mua maison o La trompeta de Madrid, las salas y discotecas de las Baleares compartiendo cartel o siendo telonero con Antonio Amaya, Bambino, Bertín Osborne, Los del Río, Dyango y muchos otros cantantes que recorrían la isla a bordo de un vehículo haciendo los bolos del verano.

   En los ochenta los carnavales y ferias eran su cita habitual pero sin duda sus artes para disfrazarse en los carnavales de Cádiz y Gran Canaria fueron recompensado con alguna foto publicada en la prensa local. Su repertorio se fue ampliando hasta 1988 siendo a partir de esa fecha cuando dejo de incorporar canciones de otros, pues el poseía propias, un nutrido número de canciones que nunca llegó a publicar en modo discográfico, tan solo hizo una maqueta en 1984 contratando un estudio pero nunca se atrevió a seguir el nivel de venta de El Fary, vendiendo en su negoció y en el rastro su producto, en parte debido a que era muy conocido por comprar cosas de valor a precio de gangas en multitud de tiendas donde era apreciado y conocido.

   En la década de 1990 fue abandonando la canción de modo profesional por culpa de perder las ganas de soñar y la vida obligarle a formar su propio negocio en el mundo de la hostelería, aún así los clientes de tarde en tarde le pedían que cantase alguna cosa, tanto en fiestas como en navidades. Poco más que en familia cantará después de 1992 en que enfermó de una neumonía y que fue el comienzo de su final poco tiempo después en Julio de 1994. Hoy veinte años después de su muerte solo hay una cosa clara, todos los artistas que cantaban en la misma academia que el, han sufrido penurias publicas o están muertos y no precisamente por exceso de edad, alguna maldición ha andado suelta para los cantantes de las variedades de su etapa.

   En el recuerdo y como mi humilde homenaje a mi tío queda para la gente que le conoció a este joven que hoy tendría solo 69 años, que fue pintor de obras de arte, dejó cerca de 30 obras y este cantante que cantó todos los géneros y obras tan conocidas como La paloma, El tambor, Toros y coplas, La copa de cristal, Noche de Tormenta, Voy a apagar la luz, Cielito lindo, Oiga Usted, El vals de las velas, El rey...