domingo, 26 de enero de 2020

Llegarón los Goyaaaaaaaahhhhhhhhhh y se fueron los de 2020.

La gala de este año se nos antojaba rara, me pregunto aún que narices hacía en Málaga, una capital de segunda de Andalucía, que no digamos de España, lo de hacer los premios itinerantes como los tirititeros en vez de dar glamour ha sido un desatino más de una academia de mendrugos, cada año va de ciudad en ciudad, ¿Es envidia con la capital del país otra vez?

En ella hay poca valía real y menos cultura de la que dicen representar, el vocavulario de los que presentaron la gala como algunos de los que participaron para entregar el premio, no llega a la mínima educación que se esperaba hace años a la gente que acababa la Educación básica, por otro lado poco reivindicaron y aún así cuando Almódovar pidió saludar al presidente de gobierno este bochornosamente se escondía en vez de levantarse, otro personaje que no está a la altura de la situación, no quería hablar, ni oir hablar de apoyos, vamos bien, vino a la gala a espiar lo que decían y a poder añadir que acudió a una gala, montada por cierto en un pabellón de deporte, otra de las cagadas, la cara de frío y la difícil colocación de sillas dejaba claro la poca comodidad del acto, yo sé de buena tinta de personajes de la cultura que no quisieron presentar sus trabajos a los premios para no acudir a la citada gala, alejada de una gran ciudad y de las comodidades, que parecía montada solo expresamente allí en honor del triunfador de la noche Antonio Banderas, al que habrá que llamar el rey de Málaga por los elogios de tanto obtuso que se cree que está haciendo algo relevante y que se cree que ha batido records únicos en teatro y nunca vistos en la historia de su ciudad, menudo ignorante, que poco conoce de la vida cultural de la ciudad donde nació, en donde málagueños ilustres como José Moncayo y Salvador Videgain por decir solo algunos con sangre de la tierra batieron el oro hace decenas de años, que nombres, que gracia y que carreras tenían aquellos, jamás serán como ellos por mucho que se esfuercen, por decir algo, no gustó ni el final que hizo Banderas de su Chorus Line, soporífero, pero claro hay que leer libros sobre el teatro y los éxitos de la escena española, eso entre todos los que había en la sala muy pocos, quizás el presidente de Aisge, Emilio Gutiérrez Caba y muy pocos más, hace años no interesó restaurar el arte dando conocimientos a los nuevos artistas que no conocen la historia del cine, ni del teatro español, solo ensalzar babosos y masones lameculos, bueno eso si lo han conseguido, pero la etapa no da para más, esto se termina, ayer se cerró un ciclo que ya está quemado, con los 70 años de Almodovar y sus compinches que están todos más que vistos ya, caducos la mayoría por más alagos que se les haga, ese no es el futuro en el que apoyarse ya, se están equivocando, la gente de la móvida se quemó hasta el 2000.

Por cierto me pareció indigno la otra postura tomada por la Goya de honor, Marisol, con que gran rufianidad actuó ayer al no ir a recoger el cariño de la profesión y el pueblo español, que le llevó el premio hasta casi su hogar y dejó que acudieran sus tres hijas en su nombre a recogerlo, antes que acudir ella en persona a recogerselo a su buen amigo Emilio, con el que trabajó hacía muchos años, pero me quieren decir en la dichosa academia, que narices hacen dando premios de honor ridículos últimamente a gente que no los merece o no son los más apropiados, esta mujer no lo merecía en el 2020, quizás en el 2000 si se hubieran acordado, otro sintoma caduco que no muestra futuro alguno, que pasa somos modernos para algunas cosas o para todas, llevan una racha con los últimos que para que hablar, de premiar lo impremiable con M. Ozores, pasaron al excaso bagaje de Ibañez que no hizo apenas nada en su trayectoria de cine y para remate se nos fue antes de pasar el año, el siguiente premio se exforzaron ustedes en encontrarlo verdad una leyenda olvidada salvo por los nostálgicos entre el franquismo y comunismo, por eso quizás fue Alberto Garzón, pues Zasca en toda la cara, ella dio por terminada su relación con el gremio cuando fracasó en los años ochenta, esa señora lleva fuera del oficio cuarenta años casi, a que tanto esfuerzo como si fuese una reina, son penosos, un rey y una reina de Málaga que no lo son a nivel nacional, que será el siguiente Goya de honor, un actor amateur de hace 50 años o nos buscarán una anciana que trabajó como actriz hace 60 años. Son impecablemente lamentables, en vez de premiar a los artistas y directores que se nos mueren sin reconocer como vemos en los caídos de cada año, trabajando en el oficio se esfuerzan en premiar lo que no merece la pena ya, están haciendo desigualdades injustas que pagarán ante el cielo y que nadie se espera que estos reciban el premio, ya que no están destacando en nada en al menos treinta años en esta industria.

Porque repitieron con Buenafuente y su tándem, es otra cosa que nadie entiende, cuando no gustarón la otra ocasión, empezaron ridiculizando al pobre minusválido ganador de un Goya por Campeones, que presagiaba así lo peor, los esfuerzos que hacían los que presentaban premios solo hacen pensar que no son capaces de ganarse al auditorio con ningún sketch o chiste; absurdo lo del tontón para llegar a sala, la carrera por los pasillos para entregar el premio de Jorge Sanz, absurdo el montaje de la heroína aunque bueno eran los efectos empleados, ni para que decir de cuando acabaron vestidos-desvestidos en una ropa que mostraba al público en un detalle de mal gusto sus posaderas los presentadores para despedirse, nadie reía, nadie aplaudía, si se oían aplausos pero miren las manos donde estaban, en bolsillos, brazos cruzados, extendidos y tirados hacia el suelo, nadie aplaudía en la sala y mucho menos en esas ovaciones clamorosas, solo valió el chiste de "empezó con todo sobre mi madre y ahora escribe todo sobre mi".

La gala aún así no iba mal del todo con un aprobado raspado hasta que llegados a un punto en que se empeñan en dar todos los mejores premios a la película de Almodovar sin discusión de otro trabajo audiovisual alguno, Dolor y Gloria, eso sentimos todos por todos lados, Almodovar de tanto salir ya no sabía ni que decir, los vestidos de algunos hombres eran de mujer, mujeres que se creían hombres, premios a todo elenco de fuera de España, hasta a una anciana amateur para más cachondeo se llevó el premio mejor revelación, ¿ De verdad revelación?, está mujer no va a ser revelación de nada sino una candidata al olvido y a la residencia, pues llegó hasta sin dentadura y perdida encima del escenario, esto pasa por no contar con profesionales del oficio de calidad, ni siquiera la digerón que hacer, se debe premiar ya sean masones o solo trabajadores de verdad que merecen reconocimiento y a los que llevan años tapando y haciendo ver como que no existen con la jugada de no hablar de ellos en los medios, que pena dan al negar la realidad.

 Hasta Mariano Barroso presidente de la academia ha mentido descaradamente en público, el cine español pasa por un momento malo, y sin embargo nos ha vendido un éxito que no es real, lo que las salas españolas han recaudado no ha sido con cine español, ha sido todo el año con las películas de USA o más sinceramente las de Marvel. Las mejores películas en taquilla no han recibido Goya alguno, como lo ven todo es un politiqueo entre los grandes productores. Se aplaudia cuando no debían y sin embargo no se aplaudía ni a premiados en la gala, que esperaban oir palmas reales, vayan cambiando de público nominado y hasta de figurantes, a la gala se va a aplaudir al que gana o no se lo han enseñado los socialistas en Educación para la ciudadania.

Nos dio pena la forma que pasaron en premiar en todos los últimos premios a Dolor y gloria menos a Penélope muy correcta y que quizás si esta vez merecía el premio, más que Julieta Serrano que se va a hartar de recibirlo haciendo de la anciana madre del manchego, pero como la dijeron ya van 5 nominaciones sin premio, es el objetivo a vencer, como hacían con Bette Davis en los Oscar para avalar a las nuevas actrices, se estará convirtiendo en una maldita de las galas de premios. Premiaron de más en otras épocas y ahora ni la dan el premio Feroz, penoso, que es un Feroz sino un premio muy menor, al final no la van a dar ni los de las aldeas, con un Oscar que la acrédita. Un aprobado a Almódovar que se acordó de la ruina de ser independiente, quizás recordó lo duro que fue lanzarse en los años setenta a su sueño, hoy conseguido, quizás debería pensar en dejar de dirigir por su edad, y centrarse ya que habla del cine independiente a ayudarlo más implicadamente, cosa que si hace su productora El deseo.

Enhorabuena a los premiados, quizás sea el último año de poder disfrutarlo enteramente antes de que nos venga una guerra, como decía el título del otro ganador aunque en menores categorías Amenabar, Mientras dure la guerra, haber si se acuerda de los grandes profesionales con los que nunca cuenta y deja de apostar por los mismos artistas de siempre, que por cierto no han ganado en la gala.

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